martes, junio 26, 2007

Italiana, hawaiana.

Nada tan triste como saciar el apetito con una pizza fea.
Nada arruina tanto la alegría ordinaria de la ingesta como reponer las fuerzas con un bocado indigno.
Se lo deben estar imaginando, amabilísimos visitantes, otra vez me tocó comer un engendro de carnes frías refrigeradas, mala pasta y salsa de tomate extra ácida con la que se busca tapar el sabor a plástico de todos los ingredientes.
Lamentablemente me moría de hambre y le entré dejando atrás todos mis prejuicios.
El hambre y la calentura en eso se parecen, ni se ocultan ni se contienen, se portan en el semblante, como una camiseta, como un pin.
Soy, al momento de escribir estas líneas, víctima de mi pésimo juicio. El carnaval de agruras viene y va, yo sólo atino a sentirme mareado. En las entrañas se me cimbra el alma de una salchicha que se niega a concebir la penumbra de mis tripas como su cristiana sepultura (será que no profeso). Retazos de piña vieja surfean las olas de mis jugos gástricos.
Trato de hablar y me trabo, trato de respirar y siento que si hago demasiado esfuerzo me terminará reventando el colon.
Un eructo y parece que traigo la mentada salchicha pegada al cogote con cinta canela.
No comía de esas pizzas hace meses y hace años que no las comía con C (qué dieta la de aquellos tiempos). C tiene una costumbre descortés al comer pizza: abre la caja toma su fragmeto y no vuelve a taparla. El caracter colectivo que el mundo contemporáneo ha otorgado al plato, exige cierto protocolo y cerrar el empaque para que no se enfríen las rebanadas que, pacientes, esperan una mano dulce que les muestre la ruta hacia una boca, es uno de sus incisos fundamentales.
C no respeta ese protocolo, no lo ha hecho en todos los años que he tenido el gusto de sentarme con él a la misma mesa. Hoy, después de tanto tiempo, volvimos a comer juntos. Hoy, minutos después de que había llegado el bodoque, lo ví allí, sobre la mesita plegable de madera, recibiendo las caricias del aire helado.

El acto no me molestó en forma alguna, como sí lo hacía antes y como seguro lo habría hecho hasta hace poco. Supongo que encontrarle cariño a los malos hábitos de los amigos es una forma dulce de irse haciendo viejos juntos.
Tomé mi porción (bueno, tomé como cinco o seis no hay razón para mentir), cerré la caja y usé mi silencio para decirle a C que aquí estoy, ya cerca de los 30, y que lo quiero mucho.

17 comentarios:

an dijo...

ah... eso de los protocólos cuan complicado puede ser. yo no soy buena, qué más quisiera, pero ni cómo ayudarme. lo que más hago, que es lo que más puede molestar a E en el mundo, es acabarme el agua de la jarrita del refri y no rellenarla. así es, la guardo vacía y ni cuenta me doy. o acabarme los hielos y no rellenar. la onda de rellenar lo que me acabo es lo que se me complica, porque la cajita de la pizza si la cierro, no por lo demás, sino porque no me gusta la pizza fría y muy seguramente tomaré más de una rebanada.

I. Cortés I. dijo...

Que suerte tiene C y que suerte tenemos los que te leemos, ojalá fueran mas cortas las esperas.

Jonathan Villicaña dijo...

las pizzas de mala calidad son de lo peor, he sabido de alguien que llego al hospital por culpa de una.

Miriam dijo...

totalmente de acuerdo con case

Garash dijo...

Al final llegamos a aceptar y a reconocer todos los hábitos molestos de los amigos.
Saludos y que te recuperes pronto.

Bar dijo...

Hablando de hábitos, por lo general no tengo el hábito de enviar cadenas ni nada de eso pero me llego este meme y lo hice partícipe.
http://divagacionesdelbar.blogspot.com/2007/07/el-juego.html

¡Saludos!

El Blog del Mal dijo...

una probadita del mal
YA SE ESTRENO EL BLOG DEL MAL:
http://elblogdelmal.blogspot.com/

NUESTROS PLACERES SON INMORALES, INDECENTES, INAPROPIADOS, ILEGALES O ENGORDAN.

SOMOS COMO LAS MANIFESTACIONES DE REFORMA…

LOS EYACULADORES PRECOCES…

LOS JEFES OJETES…

LAS NOVIAS INFIELES…

TODO ESO Y MÁS…

ASÍ ES SOMOS LAS BRUJAS DEL INFIERNO...

HIJAS DE SU SATÁNICA MADRE TAMBIÉN NOS GUSTA EL ADJETIVO.

Anónimo dijo...

NO MANCHES ESA PIZZA SE VE DELICIOSA!!!:p

gerapo trezoo dijo...

envejecer con los amigos, q fortuna conservarlos y no solo extrañarlos cuando te das cuenta que ya has envejecido

Unknown dijo...

yo le recomiendo unas pizzas al carbón, estan sobre tlalpan, antes de la UIC, al lado del enrique, uffff!!

alonso ruvalcaba dijo...

abajo las pizzas pero arriba La Pizza arquetípica: flaquita, crujiente, hecha en horno terrible unos 40 segundos [así de caliente!], con apeeenas salsita, mozzarella, hojitas de albahaca.

al carajo todo lo demás.

Kari dijo...

hola! Los amigos que te dicen te quiero mucho son los que duran para siempre, me alegra que seas al menos uno de esas personas contadas.
Lo de la pizza, da igual, de todas formas las salchichas son plástico, la masa, el tomate, etc; lo que las hacen diferente son los otros "ingredientes" de calidad que le ponen..., je, siento arruinar el momento...
saludos

Flakushis dijo...

Aaaahhh, se me antojó. Mejor voy a pedir una pa ver el partido de futbol.

edegortari dijo...

Bueno, si hay algo que peor que las pizzas malas son las tortas esquineras que están junto a la RyR ahí en Nebraska. Aprovecho este espacio para decirte que me gustó mucho la entrevista que le hiciste a Austin, fue muy padre. Además estuvo pova madre la cita de VIllaurrutia. Saludos.

Diavole Fratelli dijo...

tienes razon mi estimado julio...

donde se comera una verdadera pizza (que no sea en Italia) en la ciudad...?

saludos

FLEARULES dijo...

Si quieres probar un buena pizza, cara pero decente(jaja)ve a "mama's pizza" en la esquina de Universidad y eje 8 en contraesquina de la Nissan, cerquita de plaza universidad, ahi luego luego pues.

Está bien cerquita del IMER, hazme caso, no te arrepentirás.

A.V. dijo...

Tu post me recordo mucho esta entrada.

http://1000awesomethings.com/2010/08/23/434-pizza-soulmates/